A medida que se sepa más de los genes, será inevitable que los bioingenieros vayan conociendo mejor cómo actúan características más complejas, las asociadas a la conducta y al pensamiento, por ejemplo. Los investigadores ya están ligando un número cada vez mayor de enfermedades mentales a anomalías genéticas. Algunos científicos empiezan a sugerir que distintas formas de comportamiento antisocial, la timidez, la misantropía, el comportamiento criminal podrían ser ejemplos de un funcionamiento defectuoso de los genes. |
Muchos sociobiólogos sostienen que prácticamente todas las actividades humanas están, de alguna forma, determinadas por nuestra constitución genética, y que si deseamos cambiar nuestra situación primero hemos de cambiar de genes.
Crítica /Macombo, 1999